¿Cómo elegir una buena residencia de mayores?

Afrontar la dependencia de un ser querido es difícil, y es aún más doloroso aceptar que se torna imposible el cuidado en el ámbito familiar. El traslado del padre o madre a una residencia sigue siendo, cultural y socialmente, una decisión criticada; sin embargo se trata de la mejor opción para ofrecerle una atención personal y sanitaria permanente.

Indudablemente la medida conlleva para la persona afectada y para la familia una ruptura dolorosa, en la que no deja de estar presente el sentimiento de culpa.

Históricamente ha sido la mujer, el cuidador fundamental de los ancianos con dependencia y acompañante permanente de los que no lo son.El trabajo de la mujer, le impide frecuentemente ofrecer la atención y compañía que requiere una persona mayor.

Cuidar al cuidador

Llegan momentos en los que la persona cuidadora, por edad y por sobrecarga, no puede continuar supliendo por más tiempo el deterioro físico o mental de sus progenitores. Es entonces el objetivo marcado, asegurar el bienestar en la tercera edad buscando entre las mejores residencias y, lo más difícil, lograr la comprensión de los propios afectados, que jamás deben quedar al margen de la medida.

. Acceder a una residencia pública no es sencillo y asumir el costo de una residencia geriátrica no está al alcance de todos, por lo que generalmente se solicita el apoyo de la familia.

Aunque resulte doloroso, los adultos mayores con dificultades en actividades básicas para su vidadiaria, están mejor en residenciales donde se les brinden condiciones que estimulen su autonomía y cuidados profesionales.

La presencia de personal especializado en su día a día se torna fundamental en ese momento de su vida.

Se debe tener en cuenta que las residencias para la tercera edad no tienen nada que ver con los antiguos asilos, ni tampoco un hotel ni un hospital.

Hablar de centros de ancianos es sinónimo de tranquilidad, comodidad, ocio y asistencia profesional.

Las residencias se han vuelto viviendas alternativas para personas que necesiten, por su estado de salud, por una situación familiar determinada, o por cualquier otro motivo similar, ayuda y apoyo de profesionales que le hagan la vida más placentera.

Son edificios que han sido diseñados y acondicionados para los ancianos de manera específica.

Que valorar fundamentalmente al escoger:

• Es fundamental que las condiciones de limpieza de las residencias sean las correctas.

• Amplitud de las plantas físicas de las residencias, para mayor comodidad de los ancianos residentes.

• Ser bien informados por parte de los centros sobre la evolución y el bienestar del residente.

• Verificar la calidad del trato y el cuidado de los ancianos en las residencias para la tercera edad,con relación a la cantidad de personal cualificado para la atención de los ancianos.

Cuando se plantea buscar una buena residencia para la tercera edad, tanto pública como privada, hay que tener en cuenta sobre todo las características de su infraestructura y la relación calidad-precio que tiene, porque todos los ancianos se merecen lo mejor.